Origen

Como todo, NOQBALL también tiene un origen…

Mi nombre es Jose Antonio del Fresno Camacho, soy maestro de Educación Física y a continuación, os voy a contar cómo surgió este peculiar deporte.

En el curso 2018/2019 elaboré una programación de Educación Física basada en juegos y deportes de rol con mi alumnado de sexto en el CEIP Concepción García Robles en Villaconejos (Madrid). Algunas de estas propuestas didácticas fueron Xecball, Quidditch, Acrosport, asalto al castillo, atrapar la bandera y Jugger.

Con todos estos contenidos en nuestras cabezas empezamos a construir un juego que lo llamamos “invasores”. Mediante resolución de problemas y descubrimiento guiado (a veces por mi y otras veces por ellos/as). Inventamos roles, reglas, puntuaciones, terreno de juego… Viendo el relevante compromiso motor, social y cognitivo que tenía, les propuse presentárselo a sus compañeros de quinto ¡Fue un éxito!

El curso acabó y mi tiempo allí también, pero la idea seguía en mi cabeza…

Al curso siguiente 2019/2020 tuve un nuevo destino CEIPS Santo Ángel de la Guarda en Chapinería (Madrid). Les presente esta propuesta al alumnado de sexto para que me ayudarán a terminar esta “interesante idea”. Jugamos, dialogamos, modificamos y… ¡lo terminamos!

Presentamos “nuestro deporte” al claustro y a algunas familias… el resultado fue increíble.

Por todo ello, me decidí a darlo a conocer para todos vosotros, compañeros/as de Educación Física con el objetivo de seguir sumando, creciendo y hacer de NOQBALL más GRANDE, ya que “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo” (Eduardo Galeano).

Y aquí comienza este bonito camino con el que pretendo que busquemos en nuestros alumnos/as un triple valor educativo con NOQBALL: uno al soñarlo, otro al vivirlo y un tercero al recordarlo.